En el presente escrito hablaré
sobre la percepción y visión que tenía acerca de la ingeniería industrial y sus
campos de acción, antes de iniciar este camino. También, de cómo poco
a poco se ha ido moldeando esta idea después de cuatro semestres de aprendizaje y cómo llega el concepto de pensamiento sistémico
para cambiar nuestra apreciación de las cosas y el entorno. El pensamiento sistémico
es un conjunto de herramientas para aprender a pensar en grande y ver más allá
de lo esencial, como ejemplo mostraré cómo se ha integrado el videojuego “Rise of
nations" en el marco práctico de esta
herramienta. Finalmente encontrarán dos conclusiones que buscan realizar un contraste entre lo
expresado en este texto con los vídeos: “¿Te atreves a soñar?” y “PS”.
Hace aproximadamente tres años surgió en mí la idea de
estudiar ingeniería industrial; nació hace poco porque tenía un concepto errado
de lo que era esta carrera, a ciegas pensaba que se trataba sólo de la
infraestructura y manufactura de los productos, sin imaginar el campo de acción
tan grande que maneja y la importancia tan grande que tiene en la sociedad. Un día,
en medio de la indecisión de cuál sería mi profesión en el futuro, alguien me
hablo acerca de esta carrera y despertó un interés en mí que hizo que empezara
a investigar e indagar sobre la realidad de la ingeniería industrial; encontré que es una profesión que se ocupa de todas las cosas que me llaman la atención y su campo de aplicación cubre varias áreas en las que siempre quise desempeñarme.
Antes de la clase de pensamiento sistémico, mi acercamiento
a la ingeniería industrial había sido poco, con la materia de Introducción a la
ingeniería industrial se vieron muchos conceptos a groso modo acerca de los que
nos esperaba en un futuro y las materias que íbamos a ver, despertando así un
inmenso interés y ganas de aprender para tener las herramientas necesarias y poder aplicarlas en el mejoramiento de procesos y la solución de problemas. Luego con la materia Procesos y procedimientos,
aprendimos a analizar procesos enfocándonos principalmente en la causa-efecto
sin mirar más allá, como se dice popularmente, “en el remedio y no en la
enfermedad”.
Al
mirar las materias de mi carrera siempre me pregunte de que trataría Pensamiento
sistémico, ¿para que serviría?, ¿cómo sería la clase?, y la verdad nunca se me
vino nada a la mente. Siempre nos han inculcado un pensamiento lineal, en donde
nos enfocamos en la causa-efecto, y es por esto que la idea de un nuevo
pensamiento se veía extraña. Estamos acostumbrados a que si parece un problema,
lo solucionamos sin mirar lejos de nuestra zona de confort y como ingenieros
industriales esto debía cambiar, salir de la caverna, empezar a ver todo como
un sistema en donde la comunicación y las relaciones importan más de lo que
usualmente se piensa. De hecho,
algo fundamental que he aprendido en esta clase, es que el ingeniero debe “vivir
en planta”, establecer contacto con los operarios y más que un jefe, ser un líder,
ya que en ella se fundamenta todo.
Durante
la clase, aprendí la importancia del arte de conectar, es inimaginable la
cantidad de relaciones que pueden existir entre diferentes ítems y cómo
cualquier decisión puede generar un efecto dominó sobre todo lo que nos rodea;
gracias a esto, entendí como se integra la AOS con la estrategia de operaciones
y la cadena de suministro, y cómo todo esto ha cambiado a través de las
diferentes olas de desarrollo que han ocurrido. Como ingeniera siento que mi
perspectiva de las cosas se ha ampliado significativamente; con las herramientas
vistas en clase he empezado a ver todo como un sistema grande, a pensar en el
entorno y en el futuro, en los recursos y sus limitantes, en la tecnología y
los avances, y principalmente ser consciente de las relaciones de dicho
sistema.
En mi profesión, considero que el pensamiento sistémico es
una herramienta que me brindará claridad en el
panorama en el que me encuentre, me enseñará a ser capaz de distanciarme
de lo simple y abrir la mente a lo grande;
aprender a balancear las perspectivas a largo y corto plazo y ser
consciente de los impactos que mis decisiones puedan tener en un mundo donde
todo está conectado. El pensamiento sistémico lo aplicaré a mi profesión, principalmente
para adquirir la habilidad de ver las cosas como un todo y no como partes individuales, entender el dinamismo de los sistemas y las conexiones que hay
entre ellos para lograr un entendimiento y una correcta resolución de
problemas.
En la ingeniería industrial, se busca lograr la eficiencia y
eficacia de los procesos, el mejoramiento continuo, la implementación de nuevas
estrategias para el análisis y la solución de problemas, entre otras funciones
que tiene esta gran profesión. Sin embargo, lograr todo esto es el reto, considerando
que todo cambia con el tiempo y que constantemente nos enfrentamos a nuevas situaciones
que nos hacen salir de nuestra zona de confort; espero que con las herramientas
vistas en clase haya logrado desarrollar la habilidad de mirar las
consecuencias que mis acciones puedan tener, no sólo sobre los procesos, sino también
en el medio ambiente y las personas.
Como componente práctico en el desarrollo del pensamiento sistémico
hemos contado con el uso del videojuego de estrategia “Rise of nations”; es
curioso pensar cómo un videojuego puede ayudar a esto, algo que usualmente se
usa como entretenimiento puede mostrarte de forma lúdica lo que poco a poco has
ido aprendiendo. Además, con el uso de esta herramienta se está rompiendo el
típico paradigma del conocimiento sólo a través de textos y clases magistrales,
logrando así, salir de la caverna. En un inicio, era complejo aplicar los
conceptos vistos en clase y asimilarlos al videojuego; sin embargo, con el
tiempo se fue volviendo algo natural y era más sencillo evidenciar las
herramientas, como el zooming, los arquetipos, entre otros.
El videojuego consiste en la construcción de ciudades para
lograr la expansión y de esta forma alcanzar el objetivo de la modalidad que se
esté jugando. Durante la partida debemos tener en cuenta los recursos que
necesitamos, estar pendientes de lo que está haciendo el enemigo para que no
nos tome por sorpresa, generar alianzas, cuidar los límites de crecimiento y tratar de ser el
primero en tomar los recursos que hay en común como lo son las maravillas, las
cuales generan ventaja en muchos aspectos. En las últimas clases se han
asociado casos a las partidas, los cuales ayudan a ver las relaciones y arquetipos
que se presentan, integrándolos con lo ocurre en la compañía y los impactos que
genera en ella.
Para culminar, concluyo que el pensamiento sistémico no es
sólo un conjunto de herramientas de la ingeniería, es algo que deberían aprender
todas las carreras y que también debe
ser aplicado en nuestras vidas. A veces nos resistimos al cambio por miedo a lo
desconocido, pero la realidad es que el cambio lleva al desarrollo, al aplicar
pensamiento sistémico en nuestras vidas, miraremos los problemas desde la raíz y
buscaremos soluciones mirando todo el panorama que está conectado a ella. Por
medio de esto optimizaremos los procesos y alcanzaremos la eficiencia y la
eficacia, no solo en una empresa, sino también en la vida.
Es importante tomar conciencia de que el camino es largo y que
falta mucho por aprender, es fundamental tener la mente abierta al cambio y
perder el miedo a fallar, creer en nosotros mismos y en lo que hemos aprendido
para ser grandes ingenieros, no tener miedo de enfrentarnos a los grandes retos
de esta profesión, salir de la caverna, de la zona de confort, del pensamiento
lineal que nos han inculcado por años, aprender a cuidar nuestro entorno y ver
como nuestras decisiones afectan a los demás, incluyendo la naturaleza. El
pensamiento sistémico nos ayuda a crecer como personas y profesionales, a dejar
atrás la zona de confort y avanzar hacia los sueños.
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